Entre los múltiples cambios que están afectando a la educación, existe la necesidad de adoptar mecanismo de innovación acelerada para realizar cambios y transformaciones, siendo la flexibilidad una de las características deseadas que permita a la distintas dimensiones del quehacer adaptarse a los nuevos entornos de mayor incertidumbre.
La flexibilidad curricular posibilita dinamizar los cambios de los programas de estudios y asignaturas, articulación con postgrado y con la educación continua, entre otras. Son temas que permitirán resolver desafíos como la deserción y ayudará a adaptarse a las nuevas necesidades del mundo laboral, o también, para incorporar herramientas y soluciones digitales para hacer más eficientes los procesos.
miércoles, 11 de agosto de 2021